El viernes se levantó el secreto de sumario del caso Oikos y el sábado se conocieron los detalles de muchas de sus piezas, a la espera de que hoy sea público. Hay que recordar que una de ellas implicaba, incluso al presidente de la RFEF, Luis Rubiales, otra abría una vía en Italia, etc… y la de Borja. En la misma, llamó la atención la ausencia no sólo de pruebas incriminatorias, sino del interrogatorio tanto en la Policía Nacional, el día de su detención, como en el Juzgado Número 5 de Huesca, dos días después.
Y es que el gallego fue el único que que no se opuso a responder a todas las preguntas de ambos interrogatorios, que son iguales. AS ha tenido acceso al mismo. El 28 de mayo, Borja Fernández es detenido en su casa y asiste al registro de la misma donde, según publicó el Norte de Castilla hoy, los agentes requisaron 1.980 euros y un teléfono. Ya en la comisaría de la calle Gerona, comienza el interrogatorio a las 11:40, durará justo media hora, con las preguntas generales en las que expresa que es futbolista, que nunca ha sido detenido, que entiende el español y que quiere prestar declaración. Después de preguntarle cuánto gana como futbolista, es preguntado por si alguna vez ha apostado, a lo que el orensano responde que “nunca, a ningún deporte”. De las siguientes cuestiones, las respuestas del jugador recientemente retirado son que “el 16 de mayo se levantó tarde y comió en casa porque entrenaba, pero bajó al bar Corinto, del que es socio, para acompañar a su mujer e hija, las cuales estaban comiendo allí, y tomar un café porque había quedado con un amigo” y en la siguiente respuesta explica que “había quedado con Raúl Bravo, el cual le preguntó si había algún hueco como entrenador ya que se estaba sacando la titulación de entrenador o, en su defecto, si le podría recomendar para algún filial del equipo ya que (Bravo) es conocedor de la buena posición de Borja dentro del club”. Afirma, además, que “hablaron del próximo partido que disputaba el Valladolid contra el Valencia” y que el orensano sólo le dijo que “estaban tranquilos porque estaban salvados y no siempre es así”, acababan de salvarse en Vallecas.
Relaciones. Entonces, la Policía insiste en sus encuentros con Bravo y Borja responde que “hace unos meses contactó con él días antes de su cumpleaños para que le pusiera en contacto con el Director Deportivo del Real Valladolid y que después se puso en contacto el día 16 de mayo de este año o el día anterior, que no lo recuerda con exactitud” y explica que le contactó a través de whatsapp y que sólo “contactaron esas dos veces”. Entonces, los investigadores le preguntan directamente si “en alguna ocasión le propusieron amañar un partido, cuál ha sido y por parte de quién”, a lo que Borja señala que “nunca, nadie, le ha propuesto amañar un partido de fútbol” y en la siguiente respuesta declara que “NO, rotundamente, que confía plenamente en sus compañeros” cuando es cuestionado por si alguno hubiera amañado el día 18 el partido del Real Valladolid con el Valencia.
Finalmente, el interrogatorio en la comisaría acaba con la pregunta de si en alguna ocasión se citó con personas relacionadas con Raúl Bravo, a lo que el blanquivioleta responde que “no” y le cuestionan por si conoce a Carlos Aranda, el otro presunto cabecilla de la trama, a lo que Borja responde que “lo conoce desde que tenía 15 años, llegó a convivir con él y ha jugado en contra, pero que en la actualidad no mantiene contacto con él”.