EL NUEVO DIARIO, BOSTON.- Con los deberes hechos desde hace semanas, a Boston Celtics solo le faltaba rematar su gran temporada regular para asegurar el factor cancha durante el ‘playoff’, un premio que se ganaron este miércoles al vencer por 135-100 a Oklahoma City Thunder con un brutal último cuarto (42-17).
Con un balance de 60-16, los Celtics, que ya tenían en el bolsillo el primer puesto del Este, certificaron matemáticamente que serán el mejor equipo de la liga en la fase regular, lo que les dará ventaja de campo en todas sus eliminatorias incluyendo unas hipotéticas Finales de la NBA.
No es un dato cualquiera: en la última década y sin contar la situación excepcional de la ‘burbuja’, solo dos equipos conquistaron el anillo en las Finales sin tener el factor cancha de su lado (los Milwaukee Bucks en 2021 y los Cleveland Cavaliers en 2016).
Favoritos claros al título este año -con permiso de los vigentes campeones, los Denver Nuggets-, los Celtics se aprovecharon de las ausencias de Shai Gilgeous-Alexander y Jalen Williams en unos Thunder en su segunda noche de ‘back-to-back’ tras perder el miércoles en Filadelfia frente a los Sixers.
Kristaps Porzingis (27 puntos y 12 rebotes), Jayson Tatum (24 puntos y 7 rebotes sin tener que jugar el último cuarto) y Jaylen Brown (23 puntos, con 15 de ellos en el último cuarto, y 7 rebotes) lideraron a los de Joe Mazzulla.
El dominicano Al Horford destacó también en Boston saliendo desde el banquillo con 16 puntos, 4 rebotes y 2 asistencias.
En los Thunder, que siguen terceros en el Oeste (52-24), los máximos anotadores fueron Josh Giddey (17 puntos y 6 rebotes) y Luguentz Dort (15 puntos). Oklahoma tuvo una noche muy desacertada en el triple con un triste 5 de 24.
Boston marca el ritmo y sentencia en el desenlace
Boston entró al partido sin forzar la máquina pero con Porzingis y Tatum engrasando sin problemas el motor ofensivo.
Giddey, que ha dado un notable paso al frente en las últimas semanas, asumió la responsabilidad en estos mermados Thunder, pero el 1 de 10 en triples de los visitantes en el primer cuarto no era la carta de presentación ideal en el TD Garden.
Dicho y hecho, los Celtics sacudieron a Oklahoma con un parcial de 11-0 y clausuraron el primer acto marcando el paso (30-27).
Siempre eléctrico y siempre revoltoso, Payton Pritchard, con un triple, abrió la primera ventaja de importancia para los Celtics ante unos Thunder que empezaban a sufrir (41-27 con 7.54 en el reloj).
No obstante, el más destacado de la primera parte fue Porzingis, imponente en ambos lados de la pista con 17 puntos, 9 rebotes y 3 tapones.
El drama de los Thunder desde el triple continuaba (espantoso 2 de 15 al descanso), pero los de Mark Daigneault se las apañaron para no descolgarse antes del intermedio (61-47).
Quizá demasiado confiados, los Celtics regresaron dormidos del vestuario y los Thunder vieron el momento sacar los dientes.
Giddey seguía al volante pero también se sumó Chet Holmgren, que había firmado una pobre primera mitad, para dar el primer susto a los de verde (65-58 con 9.39 por jugarse).
Dort e Isaiah Joe se unieron a la fiesta y Oklahoma, que supo sacar faltas para sumar puntos desde la línea de personal, llegó a ponerse a solo 5 puntos ante unos Celtics incómodos por momentos y con el rumbo ligeramente desviado.
No tardaron en enderezarlo: Tatum se lució con 13 puntos en ese cuarto, Porzingis volvió a sacar el martillo en la zona y el inagotable Horford también puso de su parte para que Boston desembarcara en el último cuarto con algo de margen (93-83).
Brown había estado bastante desacertado hasta entonces, pero en el inicio del cuarto acto entró en combustión con 7 puntos en menos de dos minutos y los Thunder encajaron un duro parcial de 12-4 (105-87 a falta de 9.12).
La apisonadora de los locales no se detuvo. En defensa secaron a unos Thunder sin argumentos y en ataque presumieron de acierto desde el exterior para rozar el +30 en un visto y no visto (118-90 con 6.06)
No hubo reacción épica de los Thunder y los Celtics, pletóricos en el desenlace, se permitieron el lujo de que Tatum no pisara la cancha ni un segundo en el cuarto periodo.