EL NUEVO DIARIO, REDACCIÓN DEPORTES.- En la mañana de este jueves, los Juegos Olímpicos resonaron por el mundo gracias a un partido de boxeo, donde la argelina Imane Khelif venció en 46 segundos a la italiana Angela Carini, quien rompió en llanto.
Ya siendo acusada, de forma indirecta, desde antes del juego por ser una atleta trans en una competencia femenina, varias personalidades condenaron la acción, entre ellos J.K Rowling, autora de Harry Potter; Elon Musk, dueño de X; el presidente de Argentina, Javier Milei, entre otros.
En ese sentido, la ministra de Familia, Natalidad e Igualdad de Oportunidades de Italia, Eugenia Roccella, quien dijo sentir una «gran preocupación» por la admisión en la competición olímpica de boxeo femenino de «dos transexuales, hombres que se identifican como mujeres y que, en cambio, en las últimas competiciones habían sido excluidos».
A pesar de no hacer una referencia directa a la argelina, la ministra habló antes del partido de Carini contra Khelif.
Sin embargo, algunos usuarios de las redes sociales han defendido la biología de la pugilista de 25 años, diciendo que esta habría nacido como mujer, pero que por alguna condición, sufre una alteración en el desarrollo sexual que la haría tener altos niveles de testosterona y lucir con rasgos masculinos, lo que la llevó a sufrir bullying, según declaró.
Según el presidente del Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI), Giovanni Malagò, el Comité Olímpico Internacional (COI), le habría asegurado que le realizaron pruebas de controles hormonales y científicos a la atleta y que estos arrojaron resultados de que puede competir como una mujer.
Sin embargo, cabe destacar que la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) descalificó a Khelif del Campeonato Mundial de Boxeo Femenino, por no cumplir “con los criterios de elegibilidad para participar en la competencia femenina, tal como se establece y se establece en el Reglamento de la IBA”.
La institución señaló que la atleta se sometió a un examen, que no fue de testosterona, y que la prueba concluyó que no cumplía con los criterios de elegibilidad, determinando que tenía una ventaja competitiva sobre sus rivales.
En ese sentido, el médico investigador Esteban Díaz emitió su opinión en las redes sociales, expresando que Khelif es biológicamente XY, del género masculino, sin embargo, nació como mujer.
“No es justo para el mundo del deporte permitir competir a una persona que se autoidentifica como mujer, pero que biológicamente tiene una carga genética de hombre. Aunque Imane Khelif se percibe y es una mujer, su cuerpo y sus reacciones son las de un hombre, lo que le otorga ventajas significativas en disciplinas que demandan fuerza y resistencia, como el boxeo”, escribió desde su cuenta de X.
Además, un médico genetista Gabriel Ércoli contó a Infobae que la existencia del cromosoma XY, presentes en el género masculino, no la harían pertenecer de forma directa al género varonil.
“Una mujer usualmente tiene dos cromosomas X en su par sexual, pero en ocasiones puede tener cromosomas XY debido a condiciones genéticas como el Síndrome de Insensibilidad a los Andrógenos. En esta condición, el cuerpo no responde a las hormonas masculinas (andrógenos) como la testosterona. Aunque la persona tiene un cariotipo XY, desarrolla características sexuales femeninas. También puede ocurrir en otros casos, como el síndrome de Swyer, donde las personas tienen un cromosoma Y, pero las gónadas no se desarrollan como testículos, y las características físicas son compatibles con las del sexo femenino”, expresó el personal de salud.
En ese sentido, Irene Aguiar, con experiencia en los deportes, dijo que “más probable, pero de esto no hay ninguna información de fuente fiable, es que tenga alguna anomalía del desarrollo sexual (ADS o DSD) de cariotipo XY. Esto explicaría que el sexo que consta en el pasaporte sea femenino, por tener genitales de ese aspecto en el nacimiento, y se haya registrado por tanto de esa forma”.
Otro hecho que ha hecho creer que es una mujer biológica con una alteración de desarrollo sexual que la llevó a fallar en el 2023 una prueba de elegibilidad de género no especificada, es que en Argelia, país que representa, no está permitido el cambio de género en los documentos (su pasaporte dice que es mujer), y que transicionar es prohibido.
De hecho, en ese país de África la homosexualidad es penada de 2 meses a 2 años de prisión, no hay matrimonio entre el mismo sexo y todavía es un tema tabú entre la sociedad.
Por lo tanto, se ha pensado que sería “ilógico” que una nación que aún persigue al colectivo LGBT en el país acepte que una mujer transexual los represente en la competencia más grande de la historia.