EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO- El Cibao forja su exitoso proyecto sobre la base del carácter y el concepto de todos para uno y uno para todos, donde más allá de los resultados en cancha, se persigue un fin común que no negocia la disciplina a ningún precio. Y los resultados no se han dejado esperar: una caterva de títulos, que incluyen el exterior.
El ingeniero de la obra deportiva sabe que nada llega a las manos, y mucho menos fortuito, sino fruto de una idea colectiva: la piedra que edifica el éxito.
Cibao FC volvió a demostrar el valor de los intangibles, cuando se trata de rivales tan recios y porfiados como resultó la universidad OyM, poniendo varias veces contra la pared al hercúleo cibaeño.
La final vino a ser la de mayor dramatismo de la historia del certamen, pero Cibao estaba preparado para el armagedón, con una labor titánica día a día en las líneas blancas como moviendo los entuertos de las piezas necesarias en las oficinas.
Cibao se hizo de la quinta corona en siete finales disputadas, cuatro consecutivos, además de título en Copa del Caribe y tricampeonato en la Expansión.
“Todos estos resultados son fruto de la planificación, y de forjar un carácter donde nadie se rinde hasta el pitazo final”, amplió Polanco.
El arquitecto operativo destacó que Cibao es una organización que confía plenamente en el talento que se forja en los niveles inferiores, y puso como ejemplo el hecho de tener una amplia cantidad de miembros en la Liga de Expansión, que se juega en sub-23, por debajo de los 21 años.
El caso patético es el ruidoso atacante Lucas Bretón, que de apenas 17 años, incluso ha sido parte de los tres títulos expansionistas. Pero igualmente, Javier Roces, con 18 años comienza a descollar con la enseña mayor, anotando cinco goles en la temporada 2024 sin ser titular.