Si en algo están de acuerdo científicos, educadores, ambientalistas y políticos, es en que educar es la vía más segura para conseguir una sociedad ambientalmente sana y sostenible. El largo plazo se sostiene ahí.
Y para educar, nada mejor que empezar por los más pequeños. Son los niños los que hoy ya piden a sus padres que utilicen menos plásticos, que apaguen las luces innecesariamente encendidas o que enseñan y reproducen las normas básicas de clasificación de la basura que se produce en el hogar. La empresa de energía solar Rensa ha conducido su línea de trabajo de responsabilidad social un paso más allá de su entorno inmediato e imparte charlas en colegios y escuelas. Su objetivo, explicar a los alumnos de primaria los fundamentos de la energía solar tocando sus repercusiones en el medio ambiente, la vida y la calidad de la energía.
Carlos Janáriz, uno de los socios gerentes de la compañía (junto a Eugenio Fajardo) explica que es a esa edad cuando se logra un resultado más seguro: “Con los alumnos de secundaria ya es un poco tarde”.
Para dirigirse a sus oyentes, Rensa ha creado dos personajes, Rensito y Luzy, que explican desde los beneficios y funciones del sol en nuestra vida hasta cómo funciona un panel solar. Rensito es el muñeco que da vida al panel solar y Luzy, la estrella alegre y candente en la que se origina todo.
El proyecto se puso en marcha tras elaborar unos videos de animación que de manera sencilla y divertida, en un lenguaje apropiado, explica los mensajes claves. Sin complicados tecnicismos e incide en los aspectos más importantes del proceso, Luzy y Rensito llevan a los niños a una lección ambiental que será clave en sus vidas, deseablemente.
En la web de la empresa, www.rensa.net.do se pueden hacer las solicitudes para coordinar las citas y visitas del equipo divulgador de Rensa. Hoy, día Mundial del Medio Ambiente, es un buen momento para pensar en la energía solar.
Socio gerente de Rensa