El partido Alianza Verde sigue profundamente dividido entre los congresistas que apoyan al presidente Gustavo Petro y los que han decidido mantenerse en la independencia o incluso en la oposición. A pocos días del comienzo de la nueva legislatura, los verdes aún no se han puesto de acuerdo en quién será el nuevo presidente de la Cámara de Representantes, un cargo que les corresponde a partir del 20 de julio, y que será clave para el futuro de las reformas sociales del Gobierno.
Sin embargo, a pesar de que la división persiste, la carrera se ha decantado. Hace una semana había seis candidatos, hoy ya solo quedan dos: Katherine Miranda, antes aliada de Petro y ahora opositora vehemente, y Jaime Raúl Salamanca, quien fue elegido esta semana entre sus compañeros para representar una opción más afín al Gobierno.
El presidente de la mesa directiva es importante porque tiene la potestad de establecer el orden del día, manejar los debates y determinar las reglas de las sesiones. En la práctica, puede escoger a qué proyectos les da prioridad y cuáles aplaza o deja sin debatir.
Por eso, para el Gobierno es necesario mantener en el cargo a un aliado, como lo tuvo con David Racero durante el primer año de Congreso, y con Andrés Calle en el segundo. Jaime Raúl Salamanca es representante a la cámara por el departamento de Boyacá, muy cercano al gobernador Carlos Amaya, que en los últimos meses se ha convertido en un aliado de Petro—pese a haber apoyado a Rodolfo Hernández en la campaña electoral de 2022.
En el último año legislativo, Salamanca fue el presidente de la Comisión Sexta de la Cámara y apoyó en las plenarias los proyectos importantes del Gobierno como la reforma pensional y de salud. “Conmigo no cuenten para que el proyecto de Petro fracase.
Hay un mandato de cambio que debemos escuchar todas y todos”, escribió Salamanca en su cuenta de X, después de la reunión en la que los demás congresistas verdes desistieron de su candidatura a la presidencia de la corporación para apoyarlo. En la reunión para elegir a Salamanca participaron Martha Alfonso, Duvalier Sánchez, Wilmer Castellanos y Santiago Osorio, todos representantes del Verde cercanos al Gobierno.
Después de llegar a un acuerdo, los congresistas se reunieron este miércoles con el presidente Petro y con el nuevo ministro del interior, Juan Fernando Cristo. Allí se oficializó la candidatura de Salamanca.
Martha Alfonso explicó luego los motivos de su apoyo al representante boyacense: “Hemos decidido apoyar su candidatura por su compromiso con las reformas y su capacidad para lograr mayorías en la corporación”. Duvalier Sánchez explicó que Salamanca se comprometió con sus compañeros de bancada y con el partido a cumplir tres acuerdos fundamentales: “Garantizar una presidencia transparente, que recupere la confianza y legitimidad de la Cámara; promover un debate plural, respetuoso y organizado de las reformas sociales que el país requiere; y acercar el Congreso a la ciudadanía y a las regiones.
Producto del diálogo y del consenso”. Al terminar el encuentro entre los congresistas y el Gobierno, el ministro Cristo dijo que el ejecutivo no se metería en la decisión de los verdes entre los dos candidatos finalistas, y que esperaba que el partido llegara a un acuerdo para proponer una candidatura única.
Ese escenario, sin embargo, parece imposible a pocos días de la elección. Katherine Miranda lleva varios meses en campaña y no parece dispuesta a ceder su candidatura.
De hecho, en sus redes sociales criticó el encuentro entre el presidente Petro y sus compañeros de bancada: “¿Dónde queda la separación de poderes? El Partido Verde no puede prestarse para irrespetar la autonomía de las ramas del poder. Eso sería el final de la colectividad”.
Su compañera y aliada, Caterine Juvinao, se sumó a las críticas: “Hasta dónde está llegando este gobierno: interferir en la decisión de la bancada Verde – Centro Esperanza, citando por aparte a algunos congresistas con el asesor que maneja el computador de Palacio. ¿Este es el diálogo nacional, ministro Cristo?, ¿Someter con mermelada?”.
El presidente Petro le respondió: “Discúlpeme representante. Yo soy por voto popular el jefe del Gobierno; el partido Verde decidió por mayoría ser partido de Gobierno.
Luego, por silogismo, me reúno como jefe de Gobierno con un partido de Gobierno”. Esta semana, Miranda recibió el apoyo de diez representantes de su bancada, que además del Verde incluye al movimiento Dignidad y Compromiso, al Nuevo Liberalismo y a Verde Oxígeno.
La congresista que en 2022 tuvo una de las votaciones más altas al Congreso se ha ganado los votos de los partidos de oposición, pero sabe que en la Cámara no son suficientes porque el Gobierno mantiene la mayoría. “Mi presidencia será garantista con todos los partidos y movimiento políticos.
Por tanto, ni soy de oposición, ni de gobierno. Será una presidencia independiente”, dijo Miranda hace unos días en diálogo con EL PAÍS.
Su discurso de campaña para la presidencia de la Cámara ha consistido, sobre todo, en mostrarse como la opción más lejana a Petro y así ganar los votos del Centro Democrático y Cambio Radical, las dos bancadas opositoras que suman 34 de los 187 votos. Pero Miranda sigue en la búsqueda de apoyos en las demás colectividades ajenas al petrismo.
“He tenido la oportunidad de reunirme con distintos partidos, se trata de brindar garantías a todos”, dijo. Por ahora, todo parece indicar que la presidencia de la Cámara se decidirá voto por voto, y será el primer escenario para medir la fuerza con la que arranca el Gobierno esta nueva legislatura.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS sobre Colombia y aquí al canal en WhatsApp, y reciba todas las claves informativas de la actualidad del país..