Francia nunca había enviado tanta electricidad a sus vecinos. RTE, el operador de transporte de la red eléctrica francesa, celebraba la semana pasada un nuevo pico en la exportación de energía: 20,3 gigavatios. La abundante producción nuclear de la que presume el país galo tiene mucho que ver, pero no es la única razón.
El país europeo con más energía nuclear. Francia es el segundo país del mundo en capacidad de energía nuclear instalada, por detrás de Estados Unidos. Un 70% de su electricidad proviene de la nuclear, que suele ser barata (al fin y al cabo, sus 56 reactores tienen en promedio 37 años).
Además, se da la circunstancia de que este año la disponibilidad de la nuclear francesa está siendo mayor que en años anteriores, con picos de consumo de hasta 47 GW registrados en enero. Pero Francia no vive ajena al resto del mundo, y se ha visto obligada a hacer fuertes inversiones para reducir su dependencia de la nuclear a largo plazo, al tiempo que trabaja en aumentar la vida útil de sus reactores en el corto plazo.
Una emergente potencia eólica. Francia se convirtió en el cuarto país europeo en términos de capacidad eólica instalada en el año 2022. Solo ese año, los franceses instalaron un total de 2,1 GW de potencia eólica: 1,6 GW en aerogeneradores terrestres y 480 MW en el parque eólico marino de Saint-Nazaire.
El récord de exportación no es casualidad si tenemos en cuenta que la industria eólica francesa batió a su vez su récord de producción la semana pasada, con 17,4 GW: el 29% de la producción total de electricidad en Francia.
Nuevas interconexiones europeas. Otro motivo es el refuerzo de las interconexiones fronterizas entre Francia y sus países vecinos de Europa. La última fue puesta en servicio en 2023 en Saboya-Piamonte, entre Francia, Suiza e Italia.
Estas interconexiones funcionan a plena capacidad y permitieron que, el pasado 3 de enero a las 15:30 horas, Francia vendiera electricidad a Inglaterra (3 GW), España (2,7 GW) , Italia (3,7 GW), Suiza (3,2 GW), Alemania y Bélgica (7,6 GW).
Un arranque suave del año. El récord de exportación de 20,3 GW del 3 de enero coincidió con un consumo bajo de electricidad. Recordemos que, en términos generales, este es el invierno más cálido que se recuerda.
La tendencia se ha invertido esta semana con consumos de hasta 83,5 GW debido a la bajada de temperaturas, pero los inviernos menos fríos del futuro traerán facilidades para cubrir la demanda sin recurrir a la importanción (y en el caso de Francia, para vender electricidad a sus vecinos). Lo contrario de lo que pasará en los veranos más calurosos.
No era el país con la luz más barata. A pesar del récord de exportación, Francia compartía con España y Portugal el precio más bajo de la electricidad en Europa: 66 euros por megavatio hora. La luz era más cara en ese momento en los países que más importaron: Alemania (67 €/MWh), Inglaterra (87 €/MWh) y el norte de Italia (107 €/MWh), según Electricity Maps.
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